1.- Un particular se dirigió a esta Superintendencia, reclamando en contra de la Mutualidad, por cuanto calificó como común el accidente que sufrió el 3 de octubre de 2017.
Señala que en la fecha indicada salió de su casa a efectuar un trámite (con permiso de su empleadora), y luego, a las 10:37 horas aproximadamente, se dirigió a su trabajo, subiendo a un microbús línea 210, que en la esquina de Alameda con Vicuña Mackenna, frenó bruscamente, provocando que se golpeara contra el torniquete, resultando con mucho dolor en el pecho y la espalda.
2.- Requerida al efecto, la Mutualidad informó que el trabajador ingresó a sus dependencias médicas el 3 de octubre de 2017, refiriendo que ese día, a las 11:15 horas aproximadamente, luego de efectuar trámites personales en la I. M. de La Florida, se dirigió a su trabajo, circunstancia en la que se lesionó al interior del microbús en que viajaba, tras una frenada brusca del conductor.
Señala que rechazó acoger su caso a la cobertura de la Ley N° 16.744, por cuanto consta que interrumpió el trayecto directo entre su habitación y su lugar de trabajo, por razones de interés personal o particular.
3.- Sobre el particular, esta Superintendencia declara que conforme al inciso 2° del artículo 5° de la Ley N° 16.744, son también accidentes del trabajo aquellos que ocurran en el trayecto directo de ida o regreso entre la habitación y el lugar de trabajo.
Al respecto, cabe señalar que conforme a la Circular de concordancias, la expresión trayecto directo "supone que el recorrido debe ser racional y no interrumpido ni desviado (...) por razones de interés particular o personal". Agrega la citada Circular que, no obstante, "la interrupción por tales razones, particularmente cuando aquélla es habitual y responda a una necesidad objetiva y no al mero capricho, no impide calificar un siniestro como del trayecto". Da como ejemplo el caso del trabajador que se dirige desde su domicilio a dejar a sus hijos al colegio, para posteriormente dirigirse a su trabajo.
En la especie, se ha tenido a la vista la propia declaración firmada del trabajador, en la que refirió que sufrió el accidente el 3 de octubre de 2017, cuando se dirigía a su lugar de trabajo, luego de haber efectuado un trámite, para el cual pidió permiso a su empleadora. Ese día, luego de realizar el mencionado trámite, se dirigió hacia su lugar de trabajo, oportunidad en que sufrió el accidente descrito.
En relación con lo anterior, se puede concluir que el siniestro en comento no constituye un accidente del trabajo en el trayecto, ya que no ocurrió entre los puntos expresamente indicados al efecto por el legislador, esto es, entre la habitación y el lugar de trabajo o viceversa. En efecto, al momento de sufrir el siniestro, el trabajador venía de realizar un trámite personal, lo cual constituye una interrupción en el trayecto racional que debe efectuar diariamente.
4.- En consecuencia, de acuerdo a las consideraciones precedentes, esta Superintendencia declara que el infortunio que sufrió el trabajador el 3 de octubre de 2017, constituye un accidente de origen común, por lo que no corresponde otorgarle la cobertura de la Ley Nº 16.744.