1. Por la presentación indicada en antecedentes, una particular, a nombre de su madre, la cual se encuentra afiliada a una C.C.A.F., concurrió a esta Superintendencia, reclamando en contra de esta Entidad, debido a la negativa de desafiliar a su madre por no haber firmado ante ellos la solicitud de desafiliación.

2. Requerida la C.C.A.F. al efecto, informó a esta Superintendencia que, para proceder a desafiliar a un pensionado se requiere de un poder autorizado ante Notario o bien que la respectiva Caja de Compensación evalúe la posibilidad que personal propio concurra al domicilio del afiliado para requerir la desafiliación, por lo que es necesario que la recurrente se dirija a cualquiera de las sucursales de la C.C.A.F. y exponga los detalles del estado de salud de su madre para que se evalúe acudir a su domicilio.

3. Sobre el particular, esta Superintendencia manifiesta a la C.C.A.F. que la representación es una regla general en nuestro ordenamiento jurídico y en esta materia sólo estaría limitada por lo dispuesto en la Circular N° 2593, de 2009, de este Servicio, que en el párrafo 3 de su numeral 5, establece la obligación, para el caso de las afiliaciones por poder, que el documento en que se extiende sea emitido ante un notario público o autoridad civil competente, en consecuencia, cuando se trata de una desafiliación tal obligación no existe, por lo cual se puede colegir que un poder simple sería suficiente para actuar lícitamente en representación de una pensionada, máxime si son atendidas las especiales circunstancias que concurren en la salud de la señora Zamora.
En virtud de lo expuesto, esta Superintendencia instruye a la C.C.A.F. para que de curso a la solicitud de desafiliación de la madre de la recurrente, mediante el uso de un poder simple otorgado a un tercero (hija u otra persona), quien podrá representarla en esta gestión, debiendo presentar en el acto una fotocopia o el original de la cédula de identidad de la pensionada, conjuntamente con la de la persona a quien otorgue el poder.