Superintendencia de Seguridad Social presentó estudio de los efectos de trabajo en altura para trabajadores de faenas mineras
29 de septiembre de 2017
Entre los resultados destaca la prevalencia de mal agudo de montaña y diferencias significativas en destrezas motoras.
Con la presencia del Superintendente de Seguridad Social, Claudio Reyes y del Seremi del Trabajo y Previsión Social de la Región de Antofagasta, Pablo Rojas, se dio a conocer estado de avance de estudio sobre "Efectos de la exposición intermitente a gran altitud sobre la salud de los trabajadores de faenas mineras".
El estudio forma parte del programa pionero de investigación iniciado el año 2014 por la Superintendencia de Seguridad Social (SUSESO), para establecer el efecto de las condiciones de trabajo y de empleo, sobre la salud y calidad de vida de los mineros que trabajan en situación de exposición a hipobaria intermitente crónica, que fue adjudicado mediante licitación a la Escuela de Salud Pública (ESP) de la Universidad de Chile.
Para la realización del estudio se consideró evaluar la prevalencia de síntomas y eventos en salud en diferentes estratos de la altura de minería, para lo cual se contó con la colaboración de diversas empresas mineras, que fueron seleccionadas de acuerdo a la altura en la que se encontraban cada una de ella; menos de 2.400 (Minera Mantoverde y Minera Centinela), entre 3.000 (Minera Escondida) y 3.900 y sobre 3.900 m.s.n.m (Mineras Quebrada Blanca, Collahuasi y División Andina de CODELCO).
La jornada realizada en el salón auditorio de la Universidad Católica del Norte de Antofagasta (UCN) contó con la participación de más de 50 representantes del sector minero y de salud ocupacional en la minería, oportunidad donde se presentó el resultado del tercer año de estudio de un total de cinco años que tiene de duración.
En la oportunidad, el superintendente de Seguridad Social, Claudio Reyes, explicó que "este es un estudio muy ambicioso que consiste en el seguimiento por cinco años de más de 500 trabajadores de la macro zona norte, pertenecientes a empresa de distintos niveles de altura y que si bien es difícil mantener el número de la muestra, la metodología permite tener una observación más acuciosa de cuáles son los efectos y los factores asociados a las enfermedades que afectan a trabajadores no sólo del sector minero, sino también a un universo de 36 mil trabajadores del país que desempeñan labores en altura geográfica".
Por su parte, el seremi del Trabajo y Previsión Social, Pablo Rojas, destacó el estudio y la importancia que reviste para la región al concentrar mayormente la actividad minera. "La calidad de vida es uno de los ejes fundamentales para el Gobierno de la Presidenta Bachelet y eso lo ha materializado a través de la instauración de la Política Nacional de Seguridad y salud en el Trabajo, y en este sentido este estudio de hace cargo de manera preventiva y no reactiva para mejorar localidad de vida y trabajo de chilenos y chilenas.
La presentación de los resultados del estudio estuvo a cargo de Carolina Nazzal, Profesora Asociada Escuela de Salud Pública, Facultad de Medicina, Universidad de Chile, Jefa del Programa de Epidemiología; Magister y Doctora en Salud Pública.
Para la realización de la investigación se consideraron como variante la exposición a hipobaria intermitente crónica a la exposición discontinua de trabajadores a gran altitud, 3.000 - 5.500 m.s.n.m., con estadía de más de 6 meses, con estadía mínima del 30% del tiempo en sistemas de turnos rotativos en gran altitud y descanso a baja altitud, donde el sujeto permanece durante 4 a 7 días seguidos en la faena realizando jornadas de 12 horas de trabajo, en turnos diurnos y/o nocturnos, y posteriormente permanece igual número de días descansando en su lugar de residencia.
Entre los primeros resultados correspondientes al tercer año del estudio, destacan la prevalencia de mal agudo de montaña, en el primer día del turno en el estrato alto
en el año 2016, alcanzó a 18,8%, mientras que en los estratos medio y bajo fue entre 6,7% y 5,6 %, respectivamente. Se observó un notorio efecto de la altitud sobre la alteración del sueño, 3 y 4 veces mayor en turno día y noche en el estrato alto respecto del bajo. También se observaron menores niveles de saturación de oxígeno y mayor frecuencia cardiaca y respiratoria en los estratos altos que a nivel de mar; todo compatible con la exposición a altitudes crecientes, sugerentes de buena aclimatación.
En el plano cognitivo, se observaron diferencias significativas en medidas de destreza motora; los trabajadores del estrato alto presentaron mejor rendimiento en rapidez, sin embargo en medidas de precisión obtuvieron menores valores. En rendimiento de funciones ejecutivas, se observaron diferencias significativas según aumenta la dificultad de la prueba, presentando mejor rendimiento los trabajadores del estrato medio. También se observó un aumento de hipertensión arterial en el estrato alto; este hallazgo debe ser analizado en mayor profundidad para determinar si ocurre hipertensión reactiva en estos trabajadores.